martes, 18 de septiembre de 2018

Influencer

En estos días tuve una visita muy especial, una de mis primas vino a pasar sus vacaciones conmigo. Imagínense! de todo lo que pudo escoger, decidió venir a visitarnos y compartimos momentos que desde hace tiempo los llamo recuerdos coleccionables.


En una de nuestras conversaciones salió el tema de quien era San Francisco Asis y   Fray León, y yo le explicaba que León, leone en italiano,  era uno de los  compañeros de san francisco, que comenzó siendo uno de sus seguidores, si lo ponemos en inglés un follower.

En pocas palabras San Francisco renunció a todo y se decidió  a vivir entre los pobres, vivir de la caridad, vivir y anunciar el evangelio, entonces ocurrió algo inesperado, los jóvenes lo querían seguir, a tal punto que ellos también abandonaron todo y se formó una comunidad. Esta comunidad la conocemos como los franciscanos y las clarisas, renovaron la iglesia católica y actualmente continúan su labores apostólicas en el mundo.

De esta conversación descubrimos algo curioso, que San Francisco de Asis, fue el influencer de la época, en donde muchas personas, comenzaron a oír a Francisco y  les atraía que alguien pudiera dejarlo todo por Cristo. Fue tal su impacto que no solo venían de pueblos cercanos, también venían de muy lejos para encontrarse con francisco e imitarlo, a pesar de que no había ni carros ni teléfonos. 

Entonces me doy cuenta que los jóvenes y no tan jóvenes de hoy, siguen en las redes sociales a personas que se han catapultado a la fama y se han convertido en influencers: de la moda, de la cocina, de la música, de los deportes, del espectáculo y las personas los seguimos, y los copiamos en la forma de vestirse o peinarse, en lo que comen, para donde viajan,  o los retos que proponen y se hacen virales a través de las redes sociales.

La gran diferencia con estos influencer es que  al final del día, las personas continúan  buscando algo que no encuentran,porque sienten que les falta algo. Por lo que he llegado a la conclusión que muchas veces estamos siguiendo a los influencers equivocados.

Entonces pensando en San Francisco, segura estoy de que las personas al encontrarse con él, sentían el perfume de Cristo que emanaba de su vida y que al mirarlo a él se sentirían mirados por Cristo y aquí cobra sentido la frase de San Pablo, que hay vaciarse de uno mismo para llenarse de Cristo.

Todo esto me ha llevado a preguntarme ¿a quién estoy siguiendo yo? ¿será que nosotros estamos llamados a ser influencers cristianos? ¿será que las personas al encontrarse con nosotros encontrarán la imagen de Cristo? ¿las personas al encontrarse con nosotros querrán acercarse más  a Dios?






Entonces viene a mi mente una frase  de San Josemaria en la que nos recuerda que cada uno de nosotros estamos llamados a ser, alter Christus, ipse Christus, otro Cristo, el mismo Cristo. 


Maria Angélica Salama