sábado, 16 de junio de 2018

Aquellas pequeñas cosas



En Venezuela, hoy celebramos el día del Padre, y yo como tantos otros, me siento bendecida y afortunada por el papá que Dios me regaló, y es que  mi papá a través de su vida me enseñó muchísimas cosas.

  • Entre las afinidades que tengo con mi papá, está la pasión por la buena comida, y este gusto por la comida nos llevó a aprender a cocinar, lo vi muchísimas veces estudiar recetas y practicarlas,  las iba mejorando  en la medida que las hacía, hasta que llegaban  a ser insuperables, como sus famosos Pimientos del Piquillo. A través de esto, mi papá me enseñó a desarrollar paciencia y perseverancia, 2 virtudes que debe tener todo cocinero, pero sobretodo, un cristiano.
  • Mi papá para demostrar amor y agradecimiento, hacía uso de sus talentos, entonces a través de la comida, nos tenía atenciones. En mi casa, todo se celebra con una comida: cumpleaños, despedidas, bienvenidas, graduaciones, aniversarios. Él siempre pensaba en lo que quería o le gustaría a la persona agasajada, y si no lo sabía preguntaba que quieres comer, y si respondíamos chupe, nos decía "otra vez!!!  ya lo he hecho muchas veces, si te preparo otra cosa", y uno le respondía "me estás preguntado que quiero", entonces, él renunciaba a sus gustos para complacernos. Gracias por enseñarme que debemos hacer uso de nuestros talentos para demostrar amor, gracias porque con tu ejemplo descubro que hay más alegría cuando uno renuncia a sus propios gustos para hacer felices a los demás.
  • También me enseñó que hay dos tipos de familia: la de sangre, que gracias a Dios, la mía es unida y numerosa, y la de la vida: que está formada por esos amigos que se convierten en tus hermanos, y en mi caso también es numerosa. Las familias numerosas tienen una particularidad:  siempre hay algo que celebrar y si no hay un motivo aparente se inventa. Gracias por enseñarme que el mejor motivo que podemos encontrar para celebrar cada día es que estamos vivos.
  • Para que los que lo conocieron saben que era puntual, a veces creo que se educó con ingleses!, Su puntualidad era un poco estresante, porque él 10 minutos antes de la hora fijada para salir, ya estaba calentando la camioneta, así que, más de una vez salimos corriendo y nos terminábamos de arreglar en el carro, porque si nos dejaba, teníamos que agarrar la cola con alguno de los primos o tíos y entonces había que esperar como 2 horas. Se podrán imaginar, que siempre que íbamos con mi papá a alguna fiesta, llegábamos y casi nadie estaba listo y se oía el grito: "apúrate!!! llegó Jaime!!!" Nosotras siempre le decíamos, papá vamos a llegar a freir los tequeños. Gracias a  su puntualidad, descubrí el valor del tiempo de los demás.
  • Mi papá tenía un gran corazón, siempre estuvo pendiente de la Abuela Nena, la llamaba todos los días después de las 11, de sus hermanos, sus amigos, y los llamaba al mediodía para saludarlos o los pasaba a visitar, no sólo se desprendió de su tiempo, también de su ropa y sus zapatos, para ayudar a quienes lo necesitaban, tanto a personas cercanas como desconocidos. Gracias por enseñarme que mi prójimo es el que tengo más cerca,  a ser generosa con mi tiempo y desprenderme de la cosas materiales.
  • En mis padres, vi la fortaleza ante las adversidades, y en la primera prueba que llegó a la familia, la enfermedad de mi hermana, los vi buscar a Dios, abandonarse a su voluntad, y  confiar en sus planes. Gracias por regalarnos la Fe, es la mejor herencia que unos padres le pueden dar a sus hijos.
  • En algunas oportunidades, yo sin saberlo era el instrumento que estaba usando Dios para hacerlo reflexionar a mi papá, yo era su Felipe, pues siempre comenzaba diciéndole: "he leído un libro maravilloso, léelo y verás!", o "Tengo un CD de música maravilloso, te lo puedo prestar, óyelo  y verás!", y después él me decía: "no tendrás otro como ese que me prestaste, para variar lo que escucho", cuando descubría algún sacerdote con el don para predicar, le decía hay un padre que tiene don de la palabra, sus homilías son impactantes, y  él me miraba y  yo le decía: compruébalo tu mismo!, y por supuesto después siempre me lo encontraba en la misa. Gracias por enseñarme que a través de la humildad estamos abiertos a recibir ayuda y correcciones que nos ayudan a ser mejores.
  • Algo que caracterizaba a mi papá era su sonrisa y su sentido del humor. Todos los que lo conocieron tienen cuentos en donde siempre salen sus ocurrencias. De él aprendí que mi sonrisa es mi mejor accesorio y que a todos nos luce.




Gracias aquellas pequeñas cosas que hiciste,  mi vida está llena de mucho tiempo de Rosas


Les dejo una de las canciones que le gustaba escuchar y que me recuerda a él



María Angélica

martes, 5 de junio de 2018

¿Cuánto tiempo tarda en desmancharse la ropa?

Esto de ser mamá tiempo completo, me ha ayudado a descubrir ejemplos maravillosos con los cuales puedo explicar la importancia de los sacramentos con cosas de la vida diaria.



A cuantos de ustedes no les ha pasado que están comiendo y se mancha la camisa o el pantalón!!. o llega alguien y accidentalmente les derrama una bebida y los manchan!!

Cuando eso me ocurre, me parece oír a mi mamá que dice, dale rápido con un pañito con agua y jabón,  así sale la mancha inmediatamente, siempre y cuando que no sea de vino tinto, porque requiere entonces tratamientos específicos.

He notado que:
  • Las veces que me paro e inmediatamente aplico la técnica del pañito con agua y jabón sobre la la mancha, y después lavo la prenda, y cuando reviso descubro que no hay restos de la mancha, que está desapareció por completo.
  • Pero otras veces por flojera, no lo he hecho inmediatamente, y espero un tiempo y descubro días después, que aunque he lavado la prenda a mano y luego con toda la ropa, para mi sorpresa.  Es mas,  he llegado a la conclusión: que mientras más tiempo ha pasado la prenda manchada más difícil es eliminarla, tanto así que muchas veces me he acostumbrado a la mancha, pienso que es parte de la ropa, y lo peor es que no llego a recordar como era la prenda sin la mancha.


Resulta que nuestra alma, es como esa ropa, si yo cometo un pecado y si me arrepiento inmediatamente y me confieso, no deja huellas ni manchas profundas en mi alma., esas son las manchas que yo misma me ocasiono.

Sin embargo, las veces que no me he arrepentido y he convivido con ese pecado, pienso que es parte de mí, y llego a pensar que siempre fui así,  y tiempo después cuando me he dado cuenta de mi pecado, y me he arrepentido, también he descubierto que me ha costado arrancarlo de raíz (sigo luchando), y entonces recuerdo que, así como con las manchas más profundas en las ropa hay que ponerlas en tratamiento, así debo luchar yo, porque ese defecto se ha arraigado en mi alma,  pero en lugar de sol y remojo, mi alma necesita de oraciones y mortificaciones que me ayuden a ejercitarme en la virtud opuesta al pecado que quiero arrancar de raíz.


y entonces aquí una lista de los antídotos que debemos usar en la mayoría de los casos, que nos ayudarán a blanquear esas manchas.

  • Humildad (soberbia)
  • Sencillez (vanidad)
  • Paciencia y Serenidad (ira)
  • Humildad (orgullo)
  • Solidaridad (egoismo)
  • Desprendimiento (desapego)
  • Laboriosidad (pereza)
  • Alegría (tristeza)
  • Templanza (gula)
  • Comprensión (rencor)
  • Perdón (odio)
  • Esperanza (desesperanza)

Las segundas manchas, son las que el entorno nos genera a nosotros o lo que es peor, a veces somos nosotros los que afectamos a los que nos rodean!!, para este tipo de mancha, es conveniente identificar esas ocasiones y no exponernos, así no corremos el riesgo de mancharnos o manchar a los que están a nuestro alrededor, y me viene como anillo al dedo, un refrán popular que dice así,  no se quema quien no se acerca a la candela, como verán, muy oportuno para estas situaciones.

Recomendaciones:

al finalizar cada día haz un examen de conciencia, revisa que tal fue tu día

identifica las áreas que debes mejorar, para eso debes llegar a la causa raíz,

haz un verdadero propósito de enmienda, e identifica que virtud debes practicar

Recuerda llevar tu lista actualizada para tu próxima confesión

y sobre todo pídele a Jesús que te ayude a blanquear tu alma.


Porque así como, nos encanta estar vestidos elegantes y relucientes, recuerda que también tenemos que tener reluciente nuestra alma!

María Angélica