Dios da la gracia

Hoy les voy a contar un momento de mi vida, donde sentí, de manera patente, la misericordia de Dios!

Cuando me dieron los resultados de la biopsia, lo único que me preocupaba era que se me iba a caer el pelo. Es más, lloraba sólo por eso! Recuerdo que todos me decían, para darme ánimo, que el pelo se caía pero no dolía, que vuelve a crecer, que los pañuelos estaban de furor, que habían unas pelucas bellísimas...y más ganas de llorar me daban!

Después, en la noche, me imaginaba como me iba a ver calva y eso me horrorizaba! imaginaba que no me iba a ver tan bonita, pues los estereotipos de belleza nos han llevado sólo a valorar y fijarnos en la parte física. Además, a mi me encantaba mi pelo: no era ni liso ni rulo, sino un poco ondulado, y de un hermoso color castaño claro. 

En fin, me atormentaba el hecho de mi aspecto físico! Si!! Con todo lo que implicaba el diagnóstico de la lesión, lo único que pensaba era en como me iba a ver!! Pasé como una semana llorando, y lo peor era que mis lágrimas no podían detener la caída del pelo. En mis oraciones le decía a Dios, por favor, si es Tu Voluntad, que no se me caiga.

Una amiga, de esas hermanas que la vida te regala, me fue a buscar un día a la casa para ir a la Santa Misa. Llegamos a la iglesia y sentada frente al Santísimo,  le dije en mi oración: "Si Tu Voluntad es que se me caiga el pelo durante el tratamiento, no sólo la acepto, si no que te entrego cada uno de mis cabellos por la salvación y conversión de un pecador" (Soy algo ambiciosa....) pues si para mi,  mi pelo era un tesoro, al menos que valiera para algo! 

Entonces, sucedieron varios milagros:

• Desde ese momento no me preocupó mas la caída del cabello. 
• Desde ese momento no lloré mas, y  tampoco me preocupó mi apariencia física.
• Apenas había terminado la Misa, y tenía unos mensajes de mi prima, que estaba en el exterior, pidiéndome una foto para ver como tenía el pelo en ese momento, pues me estaba comprando unas pelucas y quería que fuesen lo más parecidas posible a mi pelo! Imagínense! Ya El Espíritu Santo estaba actuando! Que bellos mis primos! me enviaron 2 pelucas, con las que jugamos durante todo el tratamiento.

Recuerdo que mientras se me empezó a caer, ya yo no veía cabellos, sino almas, y mientras me pasaba la mano por la cabeza y se quedan por montones entre mis dedos, repetía: "mi familia, mis primos, mis tíos, mis amigos, más sacerdotes Señor,  más vocaciones a la Obra de Dios".

Ahora doy gracias a Dios, porque me tocó un curso intensivo, en el que tuve que poner en práctica muchas cosas que me las sabía sólo la  teoría!

• Aprendí a no adelantarme a los acontecimientos porque Dios da siempre la Gracia para afrontar lo de cada día.
• Aprendí a aceptar las cosas que no podía cambiar y darles  sentido cuando se las ofrecia a Dios.
• Aprendí que de la mano de Dios Todo es posible

Comparto algunas fotos que tengo con las pelucas y pelona. Confieso, que tener pelucas es lo máximo, parecía que siempre viniese de la peluquería, no invertía tiempo ni peinándome.

En las fotos, yo con mis pelucas

En las fotos pelona.